En marzo del 2018 llego una señorita vestida con el uniforme del INE buscándome porque me tocó ser funcionara de casilla en las elecciones 2018. Mi abuelita rápidamente le dijo: “No, aquí no está”. Ella asumió que no me interesaba. Por suerte, ese mismo día acababa de llegar de Guadalajara y a la señorita se le olvido pedir que firmaran comprobando que no estaba. Así que cuando yo llegue del aeropuerto, estaba otra vez en la puerta a lo que se sorprendió que le dije, “Si quiero participar”. Súper contenta me explico unas cosas rápidas y programamos mi capacitación.
En junio tomé mi capacitación, duro aproximadamente una hora. Y me dejaron cuatro libros que tenía que leer antes de las elecciones. Me explico que como mucha gente cancela y yo tenía el puesto de segundo escrutador era probable que terminara siendo segundo secretario (encargado de elecciones locales), tal vez subía a primer secretario (encargado de elecciones federales). Por eso me dejo cuatro libros, tenía que aprenderme lo de ambos secretarios porque no sabían que me iba a tocar.
Adelantémonos al 1º de Julio, día de las elecciones. Para que entiendan maso menos lo que les voy a contar déjenme antes explicar los puestos en las casillas.
Presidente: Es la “máxima” autoridad en la casilla, encargado de dar orden, organizar a los funcionarios, y constatar que se hagan las cosas como deben de ser.
1er Secretario: Es el encargado de llenar las actas de la jornada federales. Ellos están encargados de llenar la Hoja de Incidentes y ayudar al presidente a mantener el orden.
2do Secretario: Es el encargado de llenar las actas de la jornada locales. Ellos están encargados de llenar la Hoja de Incidentes y ayudar al presidente a mantener el orden.
1er Escrutador: Es el encargado de apoyar al primer secretario (Federal), esto puede ser sellando la Lista Nominal de electores, o sellando el pulgar de los votantes, o sellando la credencial. Prácticamente lo que se necesita y te piden hacer, lo haces. También los escrutadores son los que arman las urnas, y las cajas.
2do Escrutador: Es el encargado de apoyar al segundo secretario (Local), esto puede ser sellando la Lista Nominal de electores, o sellando el pulgar de los votantes, o sellando la credencial. Prácticamente lo que se necesita y te piden hacer, lo haces. También los escrutadores son los que arman las urnas, y las cajas.
3er Escrutador: Prácticamente es el pilón pero también es importante ya que el además de apoyar en todo lo que se solicite, es el encargado de recibir a los votantes y orientarlos en la casilla. Además de tener un ojo alerta para cachar incidentes, como que entre alguien portando insignias de partidos o en estado de ebriedad (ambas cosas están prohibidas en las casillas).
Represenantes de Partidos Politicos: Los partidos políticos designan a representantes para que sean observadores de la Jornada Electoral. Ellos no pueden ayudar en nada a los funcionarios de casilla. Están ahí para ver y de vez en cuando firmar algo.
https://www.instagram.com/p/BktCTIZFwWc/?taken-by=merikkumaa
Les explicaré como fueron los hechos y al final daré mi opinión personal. Primero que nada, llegué a las 8:00 a.m; osea tarde, me disculpé y le di mi nombramiento a la Presidenta. Me dio las gracias y me dijo que me sentara a esperar.
Me di cuenta de que había dos personas sentadas atrás de la mesa con porte de autoridad que estaban hablando de algo con la señorita del INE. Me dio curiosidad, pero no hice nada. Después la señorita del INE a quien llamaremos Consuelo, se fue a apoyar a otras casillas. Y yo veía que la presidenta no hacía nada. Estaba ahí parada sin decirle a nadie qué pasaba o qué íbamos a hacer. Nadie sabía que estaba pasando. Tomé la iniciativa me acerque y pregunte por qué estábamos esperando a Consuleo. Me dijeron que porque había funcionarios que no llegaron. En el manual claramente dice que los funcionarios de casilla que no se presenten a las 8:15 quedan fuera de la mesa de funcionarios y los puestos se recorren. Y les propuse hacer eso. A lo que se negaron. Insistí, les pregunte a cada uno cual era su puesto según el nombramiento que traíamos. Descubrí que el señor que estaba sentado atrás de la mesa era 3er Escrutador pero él quería ser 1er Secretario. Eso sólo sería posible si hubieran faltado el primer y segundo secretario y el primer y segundo escrutador, porque los puestos se recorren. A lo que le informé que eso no se podía hacer. Dijo que ya tenían un acuerdo con la primera secretaria, es decir la persona que no se había presentado. Pero como teníamos a todos los representantes de partido observando que confronté la situación, tuvo que ceder. Los puestos se recorrieron así: La segunda secretaria quedo como primera secretaria (1ºS), la primera escrutadora quedo como segunda secretaria (2ºS), yo quede como primer escrutador (1ºE) y el señor quedo como segundo escrutador (2ºE), por último una suplente tomo el puesto de tercer escrutador (3ºE). Completamos la mesa pero había un problema.
Había gente haciendo fila para votar, y mientras más tardábamos en discutir más gente llegaba. Yo estaba preocupada porque la presidenta ya al final que les dije lo de recorrernos y aceptó, ya no dijo nada más. Se pusieron a abrir todas las cajas sin orden y sin sentido. Como yo pase a ser 1er escrutador pues no estaba en mi la “autoridad” de guiarlos y decirles que hacer. Además, cada que intentaba ayudar o tomar la iniciativa para orientar en que se hiciera todo en orden, la señora que era tercer escrutador se metía y alegaba que eso no me tocaba a mi sino a la presidenta. Pero la presidenta no le decía nada a nadie, ella estaba metida y se comunicaba sólo con la primera secretaria la cual no le decía nada a nadie. No podía apoyarme de la segunda secretaria porque no estudio los manuales del INE, así que no sabía qué hacer y estaba esperando que le dijeran qué escribir y donde. Cuando yo quería decir algo, la 3ºE se metía. Para ponerles un ejemplo, la presidenta jamás se preocupo por armar las urnas, así que como eso le toca a los escrutadores pues el señor (2ºE) no le quedo de otra que ayudarme a armar eso. Y la señora 3ºE ahí va a estorbar preguntándonos si ya nos habían dado autorización. Obviamente ni el señor ni yo la escuchamos ya que sólo estaba estorbando ni ayudo a armar nada, nomas se quejaba y había mucha gente haciendo fila. Pensé “estás viendo y no ves”. Otro ejemplo, tenía que colocar los carteles en lugares visibles me puse a hacer eso y la 3ºE: ¿Ya te dijo la presidenta donde pegarlos? Hice caso omiso y seguí haciendo mi trabajo. Ya estábamos bien tarde de tiempo para abrir la casilla y la 3ºE preocupándose por el derecho a colocar un cartel.
Luego tocó el tema de los folios, la verdad que para que les cuento. Fue un caos, la segunda secretaria encargada de contar las boletas locales sólo las contó y no checo los folios. La primera secretaria si hizo bien su trabajo ahí, pero no fue para ayudarle a la pobre segunda secretaria que desde el inicio dijo que no sabía qué hacer. ¡La presidenta sintiendo la presión de la fila de votantes abrió la casilla! Osea no habíamos terminado de llenar las actas de la jornada cuando ya estaba recibiendo votantes. Yo me negué como 10 veces a eso, con caso omiso abrieron la casilla. Mientras nos acostumbrábamos al flujo de gente le explique a la segunda secretaria en qué consistía su trabajo y como tenía que llenar las actas. (Osea yo la capacité) Pero de todos modos no quería hacer nada por ella misma, todo quería que la guiara alguien. Y pues como la presidenta no sabía nada, la primera secretaria sólo veía por ella misma, el segundo escrutador estaba enojado porque a él no le tocó y no se ofreció a ayudarla, la tercera escrutadora que estaba de necia y terca en que hay que pegar un cartel con toda la legalidad no se quería meter porque “eso no le tocaba”. Pues toda la responsabilidad cayó en mi. Pero esperen que se pone peor.
Una vez dieron las 6:00 p.m. y no había gente haciendo fila en la casilla se declaró cerrada la casilla para pasar al conteo de los votos. Si hubiera sido por la presidenta, inmediatamente hubiera ido por las urnas para abrirlas. Pero yo después de haber pasado el infierno en la apertura me puse más valiente. Tenía el respaldo de los partidos políticos, no podían hacer nada por mi, mas que hacer presión social. Les dije que teníamos que esperar a terminar de llenar bien las actas que quedaron pendientes antes de continuar. ¿Quién creen que tuvo que buscar todas las actas porque nadie sabía dónde estaban? Pues sí, yo. Después de andar como mamá luchona detrás de sus 5 hijos por fin llenamos la acta de la jordana completa. En pocas palabras tomé el rol de presiente por debajo del agua sin que se diera cuenta la presidenta. Separé las dos mesas según los 40 cm que dice la ley. Una mesa se encarga de contar los votos federales y la otra los votos locales. Mientras tanto la señora tercera escrutadora estaba como little finger en GOT metiendo cizaña en el oído de la presidenta, probablemente diciéndole que le iba a quitar el trono.
Y aquí se pone interesante, el señor segundo escrutador que quería ser primer secretario, quería contar las boletas federales. No es inusual, pero lo normal según el manual es que el primer secretario y el primer escrutador (yo) hacen eso. Total que tuvimos una discusión. Yo ya estaba a punto de apelar a su buena voluntad (si es que tenía) diciéndole que no sea abusivo que él ya a hecho esto muchas veces y que era mi primera vez de funcionaria que para mi era todo un honor contar los votos para la presidencia y bla bla bla. No alcancé a decirle eso cuando él me dijo: Está bien tú hazlo. No se qué fue, pero si fue intervención divina estoy muy agradecida.
Ahora les contaré qué pasó en el conteo de los votos federales en mi mesa. Primero la presidenta abre la urna que contiene los votos para la presidencia y los colocó en nuestra mesa. Después abrió la urna para presidente municipal (Ayuntamiento) en la mesa de votos locales. Simultáneamente se hace el conteo. La primera secretaria y yo abrimos uno a uno los votos. No sé que sentí al desdoblar cada voto, acomodarlo por partido mientras te ven 8 personas como lobos. Pero fue increíble. Yo conté los votos. La primera secretaria me decía ahora los del “X” partido. Entonces tomaba mi bonche separaba ese partido en sus diferentes coaliciones, y anunciaba: “Ahora voy a contar los votos para X” y todos se ponían súper tensos y atentos a mi mano y a mi voz. Porque si yo me equivocaba ellos tenían que pedirme que volviera a contar. Eso pasó sólo una vez (en el conteo de senadores). De verdad que sentí todo el poder en esos papeles. El futuro de mi país estaba en esa mesa.
Los siguientes hechos pasaron sin problemas, se pusieron a llenar las cuadernillos y las actas todo muy bien. Pero cuando menos me di cuenta volteé a la mesa de locales y la señora que tanto apelo a la legalidad había abandonado la casilla. Se fue sin decir nada. Lo mismo hizo la segunda secretaria. Estaba el señor segundo escrutador solo. Quería ir a ayudar pero mi lado de la mesa iba muy bien y sentí el peso de la responsabilidad de terminar las cosas bien antes de tomar cargos ajenos. Algunos representantes de partido se fueron y le entregaron a la presidenta su lista nominal. Otros se fueron sin firmar.
Llegó Consuelo y vio el caos y la desesperación de los que quedábamos ahí. Empezó a regañar a la presidenta de que porque no había separado las copias que si por qué le había dado copias a los representantes sin tomar nota, etc… Y mientras ella le enseñaba a la presidenta como separar los papeles y sus copias aprendí y me fui a la mesa de federales y empecé a separar las bolsas. Había muchas bolsas, y cada bolsa llevaba la copia específica para esa bolsa, era mucha burocracia. La presidenta llegó conmigo con una bolsa llena de galletas, barritas y papitas, le acepté unas galletas. Acomode todos los papeles en sus bolsas correspondientes (con la presidenta a mi hombro, ya no hacía nada sólo se limitaba a seguirme). Una vez que terminé, pues no había de otra para mi, yo sabía que la presidenta no se sentía con la confianza para llenar las bolsas, y que la primera secretaria no quería ayudar a nadie más que a ella. Así que otra vez, tuve que repetir lo que en federal y separar todo en sus bolsas para lo local. Metí todos los papelitos donde quedaban, estaba muy ocupada y cuando terminé resultó que nos faltaba llenar los carteles de los resultados que se pegan afuera de la casilla. Pensé, nunca me voy a ir de aquí ya eran las 11:00 .pm.
Yo creo que fueron esas galletas, pero no sé de dónde saque el último tramo de energía, le di a la primera secretaria la tarea de llenar los carteles, tuve que sacar de las bolsas (que no selle por si acaso esto pasaba) los cuadernillos de las cuentas para que copiara la información tal cual. Empecé a sellar las bolsas de las que sabía que no se iba a sacar nada. Mientras yo hacía unas cosas me di cuenta de que Consuelo me ayudo a ir metiendo en sus cajas algunos documentos y bolsas que ya estaban listos, como por ejemplo la bolsa que contiene las tres bolsas de Boletas sobrantes, nulas y validas de cada cargo. Lo agradecí, era algo menos que hacer. Una vez que llenaron el cartel recuperé los cuadernillos, los volví a meter a sus bolsas y ahora si a sellar todo. Metimos cada bolsita a su caja (todo tiene código de color para que no te equivoques) y empezamos a meter todo lo que sobro: los plumones de tinta, el marcador de credenciales, plumas, calculadora, lapices, cinta, todo. Y por último sellé las cajas con cinta.
Al final, las personas que quedábamos ahí firmamos las tres cajas. Uno de los representantes de partido político me agradeció por todo lo que hice, yo casi lloro. La presidenta también, me agradeció y la señorita del INE Consuelo me agradeció por mi paciencia. Le dije que no me tenían que agradecer que desde que me tocó yo estaba súper puesta a darlo todo por mi país. Que con gusto lo volvería a hacer que espero que a la próxima confíen más en mi. La presidenta me regalo dos mangos. (No sé porque tenía mangos) Consuelo me entrego mi Diploma, les di las gracias y me fui a mi casa a las 12:30 a.m.
Bueno, eso fue lo que viví ayer. Aprendí que es muy difícil ayudar a las personas. Especialmente si son mayores que tu. Yo era la única persona joven en la mesa de funcionarios, una era una señora medio joven y los demás eran señores de edad avanzada. Me parece bien que el INE lo haga al “azar”. Pero no puede ser tan al “azar” si siempre le toca a las mismas personas, algunas de esas personas mayores como ya habían hecho esto antes, no se leían los manuales actualizados porque según ellos “ya lo hice, ya sé cómo es esto”. Creo sinceramente que el único cargo que no debe de ser al “azar” es el del presidente de la casilla. Es increíble la cantidad de responsabilidad que tiene ese cargo. Eso debería estar guardado para ciudadanos capaces que quieren apoyar al INE en el cargo. Todos los problemas de ayer fueron porque la presidenta no tenía la habilidad de líder, y no lo quería admitir, ya al final no le quedo de otra.
Si te toca ser funcionario de casilla, no es un juego. Mientras menos capacitados estén los funcionarios habrá más caos. Si aceptas participar, tienes que educarte, para eso te dan manuales ahí viene todo lo que necesitas saber, y para los detalles especiales está la persona del INE. Pero la persona del INE no puede organizar la casilla por ti, ese es tu trabajo de funcionario. Si aceptas el cargo estudia, y si aceptas el cargo y no vas a estudiar, le estás dando en la madre a muchos mexicanos que si quisieran tomar el honor de ayuda a su país y no pueden. Si no vas a desempeñar bien tu papel, por favor mejor falta. Hay suplentes capacitados y hay ciudadanos que madrugan para ver si les toca un puesto de suerte. (Porque si faltan funcionario se pueden tomar a ciudadanos de la fila) En mi caso la suplente capacitada se tomó el manual muy a pecho. Los roles están asignados sí, pero no estamos en un submarino con una línea de mando, los funcionarios son un equipo, es ayudarnos entre todos para sacar el trabajo, si no vas a ayudar mejor no vayas.
Por último, sólo me queda decir: ¡VIVA MÉXICO!