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Hoy me desperté y lo primero que hice fue volver a descargar las aplicaciones de Instagram, Facebook y Twitter (The Unholy Trinity). Ayer 9 de Marzo del 2020 fue el paro histórico en México que dio pie a la Revolución de Género. Y no. Yo no le pusé el nombre. Fue lo que leí en las noticias esta mañana. El título me dejó con la piel chinita y tuve un sentimiento muy fuerte de sororidad con todas las chicas que protestamos el 8 y 9 de Marzo en las calles de toda la nación.
Yo no encontré quien me acompañara a la marcha que se dio pie en Mazatlán. Yo sufro de ansiedad y ataques de pánico, así que salir sola de mi casa siempre es un reto para mi. (Ya se imaginarán) Y tenía mucho miedo de que el evento fuera atacado por hombres o mujeres en contra. (En CDMX había rumores de ataques de ácido) Mi novio me dijo yo te acompaño, ya estoy harto de esta situación, te apoyo. Sus palabras fueron muy alentadoras pero la marcha en mi ciudad fue separatista, él no podía marchar conmigo. Le expliqué y lo entendió. Decidimos que él vería de lejos y al final nos buscamos para irnos juntos. Y así le hicimos. Me baje del carro y caminé al punto de reunión. Llegué sola pero me sentí acompañada.
Se sentía el aire cargado de energía, había personas de todas las edades. Al frente de la marcha estarían las familias que fueron lastimadas por feminicidios. Se me rompe el corazón cuando pienso en eso, me pegan muy fuertes las emociones de otras personas. Cuando se levantó el puño izquierdo de protesta y el minuto de silencio se me salió una lágrima.
La marcha empezó y todas nos movimos juntas, más unidas que nunca. Les quiero compartir las porras que me tocó escuchar:
- “El estado no me cuida, me cuidan mis amigas”
- “¡Ni una menos! ¡Ni una menos!”
- “¡¿Porqué?! ¡¿Porqué?! ¡¿Porqué nos asesinan?! Si somos la esperanza de América Latina”
- “Se cuidan, se cuidan los machistas. América Latina va a ser toda feminista”
- “Mujer consciente, se une al contingente”
- “Si te pega no te ama”
- “El que no brinque es macho”
Marchamos hasta el Monumento a la Mujer Mazatleca en donde se dio el discurso de apertura. Lo siguiente fueron eventos culturales, declamaciones, lectura de prosas, performances, se creó un tendedero del acoso y se colgaron ilustraciones. Yo cuando me fui estaba una danza interpretativa, se había cerrado la calle y todas las personas estaban viendo el espectaculo.
Estoy muy feliz de que participe en la protesta, estoy feliz de que fui a gritar. Grité por mi, por mi mamá que no se anima a unirse a esto, por mis amigas machistas, por mis amigas feministas que no pudieron ir, por las que no conozco que fueron asesinadas, por mis futuros hijos o hijas. Por las que tienen miedo de alzar la voz, por las que no pueden, por tus hijas, por tu hermana, por todas las mujeres del mundo. Porque estoy harta de vivir con miedo, estoy harta de limitar mi vida por la falta de seguridad. Esto me recordó cuando estuve en Singapur, jamás me he sentido en México como me sentí ahí. Y eso que sentí allá lo quiero para todas en México.
Porque quiero un futuro mejor para todos. Porque estamos escribiendo la historia. Este día será recordado y cuando mis nietos o nietas me pregunten como fue el 9 de Marzo, con muchísimo orgullo les podré decir que yo estuve ahí. Lo peor que podemos ser es neutrales y tibios. El mundo no cambió gracias a la gente indiferente. La historia la escriben los rebeldes, los que buscan un futuro mejor, los que entienden el dolor ajeno. El futuro es feminista, o no será.
Se va a caer.
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Gracias Virna Cazares por siempre apoyarme en mi redacción.
Melissa Gutiérrez 